El melasma corresponde a una discromía que se define
como una hipermelanosis facial adquirida, de color café
claro a oscuro, de desarrollo lento y simétrico, que se
observa en áreas fotoexpuestas de la cara.
Aunque el melasma no distingue sexo, raza o edad, ocurre de manera más frecuente en las mujeres y en personas con fototipo III; su incidencia en hombres es mucho menor, calculándose un 10% de todos los pacientes afectados; en ambos sexos el melasma presenta las mismas características clínicas e histológicas. Esta discromía es más frecuente en individuos con fototipo IV-VI.
La predisposición genética para desarrollar melasma es otro de los factores fundamentales, ya que se ha observado que hasta un 39% (Sarkar y colaboradores) de los pacientes afectados presentan antecedentes familiares, con al menos un familiar de primer o segundo grado con melasma, comparados con su contraparte femenina; sin embargo, no se ha encontrado un patrón genético específico.
Si quieren saber más acerca de este padecimiento, favor de consultar el siguiente enlace: Melasma en hombres
Aunque el melasma no distingue sexo, raza o edad, ocurre de manera más frecuente en las mujeres y en personas con fototipo III; su incidencia en hombres es mucho menor, calculándose un 10% de todos los pacientes afectados; en ambos sexos el melasma presenta las mismas características clínicas e histológicas. Esta discromía es más frecuente en individuos con fototipo IV-VI.
La predisposición genética para desarrollar melasma es otro de los factores fundamentales, ya que se ha observado que hasta un 39% (Sarkar y colaboradores) de los pacientes afectados presentan antecedentes familiares, con al menos un familiar de primer o segundo grado con melasma, comparados con su contraparte femenina; sin embargo, no se ha encontrado un patrón genético específico.
Si quieren saber más acerca de este padecimiento, favor de consultar el siguiente enlace: Melasma en hombres
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